Auténtica belleza encañonada.
Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de la provincia de Albacete. Su situación y el excepcional paisaje que forma la Hoz del Júcar, hace que en cuanto aparece ante nuestros ojos sintamos la necesidad de detener la marcha para poder contemplarlo en toda su grandiosidad.
Alcalá fue aduana ribereña entre los reinos de Castilla y Aragón, por cuyo curso transitaban, entre otros, los gancheros trasladando madera desde las zonas altas del Júcar hasta Valencia.
Estos valles, junto con los de Las Alpujarras granadinas, fueron refugio de los últimos moriscos que eludieron elegir entre conversión o exilio tras el definitivo edicto de 1525 del Reino de Aragón.Sus casas de arquitectura popular excavadas en la montaña se adaptan al terreno en calles estrechas y empinadas, trepando hacia el Castillo que se asoma a la hoz y que forma a sus pies el río. En la Ruta del Vino de La Manchuela encontrarás infinidad de Casas Rurales de especial singularidad excavadas en la roca caliza de su peñasco.
Déjate sorprender por la visita al Castillo del S. XII, de origen andalusí, restaurado en los años 70 y que consta de un torreón pentagonal y dos torrecillas circulares. Sus salas se dedican actualmente a exposiciones, estando en constante renovación para disfrute de sus visitantes.
El edificio de la plaza de toros parece estar excavado directamente sobre la propia montaña. Su curiosa forma llama mucho la atención, tanto cuando te encuentras en su interior como desde los diferentes puntos de vista, siendo uno de los elementos que podrás visualizar desde el castillo.
El Puente Romano, el cual cobró importancia durante los siglos XIV y XV por ser aduana y su Plaza de Toros, única en su estilo por su forma irregular, te sorprenderá.
Este destino lleno de historia, cultura, naturaleza y gastronomía en un entorno privilegiado te invita a descubrirlo.
Fiestas patronales:
- Fiestas Mayores del 7 de agosto al 15 de agosto en honor a su patrón San Lorenzo.