Reserva de historia, vino y paisaje.
Este acogedor municipio situado en el centro de la comarca de La Manchuela, y cuyos orígenes se remontan a la Edad de Bronce, constituyó el núcleo de mayor población de la parte de la comarca que hoy pertenece a la provincia de Albacete, sobre todo a partir del s. XVII.
La riqueza de estas tierras para el cultivo y la abundancia de agua llamaron la atención de los colonizadores del s.XVI. Esto ha hecho posible que hoy en día el municipio conserve diversos edificios y monumentos históricos testigos del paso de la historia. La vid ha constituido desde sus orígenes el cultivo preferente. La altitud, a más de 650ms sobre el nivel del mar, en un balcón al mediterráneo que recibe los vientos de levante húmedos y frescos, junto a unas tierras muy ricas, otrora forestales, le confieren singularidad a nuestros vinos.
Hoy día concentra muchos servicios de carácter supralocal (Juzgados, INEM, INSS, IES, Centro de Salud, etc...), constituyendo además un auténtico referente comarcal a nivel de servicios para el consumo, tales como cerca de una decena de Bodegas, varios Restaurantes (una Estrella Michelin), Hoteles, hostales, Pubs, bares, Salas de conciertos, terrazas-vermut, Teatro-Cine, tiendas de Moda y complementos, joyerías, carnicerías, tiendas Gourmet de curados y quesos, tiendas de Degustación, comercios al por menor, supermercados, cafeterías, de regalos, barbería, peluquerías, horno de pan...
Casas-Ibáñez ofrece una singular riqueza paisajística concentrada en el Valle del Cabriel, encontrándose gran parte de su término municipal dentro de él. El Valle del Cabriel ha sido declarado recientemente por la UNESCO como Reserva de la Biosfera. Dicho entorno goza de protección ambiental y está clasificado como LIC y ZEPA en el marco de la Red Natura 2000 de la UE.
Este enclave natural hace de éste un destino idóneo para los amantes de la naturaleza por su oferta de senderismo (PR09-Al Burayat, que recupera al tradicional camino que lo unía con Alborea), ecoturismo y rutas BTT de diversa dificultad. Además de poder disfrutar de una variedad de actividades en plena naturaleza, la Ermita-Santuario de la Virgen de la Cabeza, el cerro de San Jorge, La Calera y su humedal, sus chozos y casillas son una pequeña muestra del patrimonio histórico y arquitectónico que se puede visitar. Todo esto junto a su exquisita gastronomía hacen de Casas-Ibáñez el lugar perfecto para iniciar una escapada.